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Quién era la joven que encontraron sin vida: estaba desaparecida

La joven, que trabajaba en el cuartel de San Vicente, había sido vista por última vez cuando se dirigió a la casa de su madre tras despedirse de su pareja.

Aimé Castillo, la joven bombera de 23 años, fue hallada muerta este lunes en un campo de Brandsen, Buenos Aires, después de haber estado desaparecida desde el sábado. La joven había desaparecido tras la trágica decisión de su novio, Daniel Gustavo Lencina, de quitarse la vida en Año Nuevo.

Aimé trabajaba en el cuartel de bomberos de San Vicente, al igual que Lencina, quien tenía 47 años y se desempeñaba como remisero. El cuerpo de Aimé fue encontrado en una zona arbolada, junto con sus pertenencias, por uno de los perros de búsqueda. El hallazgo se produjo durante una tarde de rastrillajes llevados a cabo por efectivos policiales, bomberos y familiares de la joven.

Luego del trágico suceso con su pareja, Aimé había sido internada en un hospital, y después de recibir el alta, había decidido ir a despedirse de él. "Quería verlo por última vez", expresó su hermana Micaela en una entrevista con TN.

Tras ese último adiós, Aimé se trasladó a la casa de su madre en Brandsen, aunque residía con su padre y hermana en San Vicente. El día de su desaparición, Aimé amaneció aparentemente mejor, según contó su madre. Alrededor de las 7:30 de la mañana, su madre salió a trabajar y cuando regresó a las 13:00, Aimé ya no estaba. La joven se había ido en su bicicleta naranja.

Inicialmente, algunas personas afirmaron haberla visto en una estación de tren en dirección a Chascomús. Micaela explicó que tal vez este hecho, junto con el estado emocional de su hermana, la había afectado y decidió alejarse. A pesar de que Aimé recibía mensajes y llamadas, no respondió a ninguno. Además, la ubicación de su teléfono móvil marcaba el barrio Mendizábal, en Brandsen, pero al ser investigado por la policía, no encontraron a la joven allí.

Su madre, Mariana Garéis, presentó la denuncia ante la comisaría poco después de la desaparición. En el operativo de búsqueda, participaron la Policía Bonaerense, bomberos y equipos de perros entrenados. La falta de cámaras de seguridad en la zona complicó aún más las labores de búsqueda.

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