Aberrante

Empresario norteño habría abusado de chicas de entre 15 y 17 años en un Sheraton

El energúmeno residía en el exterior y fue procesado por la Justicia Federal acusado de haber obligado a ejercer la prostitución a por lo menos siete menores en el lujoso hotel del norte.

Un supuesto empresario tucumano que reside en el exterior fue procesado por la Justicia Federal acusado de haber obligado a ejercer la prostitución a por lo menos siete menores en un hotel de la capital tucumana. El fiscal Agustín Chit profundiza la pesquisa en contra del hombre que se encuentra detenido desde mayo al sospechar que podría haber montado una red de explotación sexual de adolescentes a nivel internacional.

El acusado es Eduardo Made (de 67 años), nacido en Tucumán y radicado en Estados Unidos desde hace varios años. En mayo fue detenido y desde entonces se encuentra encerrado en un calabozo.

Chit consideró que el imputado se contactó en enero desde Estados Unidos con las adolescentes de entre 15 y 17 años. Recalcó que luego las captó a través de medios digitales con la finalidad de convencerlas, acogerlas y explotarlas sexualmente.

El victimario mantuvo contacto con al menos siete jóvenes, todas menores de edad, con quienes proyectó encuentros que se llevaron a cabo durante los meses de febrero y abril en los periódicos viajes que realizaba a Tucumán.

Chit destacó que, en todos los casos, el Hotel Sheraton de Tucumán fue el lugar donde se consumó la explotación de las adolescentes. "Eso surge de las denuncias de autos, de los registros de cámaras de seguridad del hotel, de las pruebas testimoniales producidas (las víctimas fueron entrevistadas a través de Cámara Gesell) y de las tareas de investigación reservadas realizadas por la Protex y Gendarmería Nacional", explicó a La Gaceta.

El investigador detalló que de los registros fílmicos pudieron advertir cómo Made ingresaba al lugar acompañado de diferentes adolescentes, ya sea por el hall de entrada o por el ascensor que da al estacionamiento. Luego comprobó que subía con las jóvenes a su habitación, lugar donde se consumaba la explotación.

"Para poder explotar a las jóvenes dentro del hotel, el imputado se valió de la complicidad de personal perteneciente al establecimiento quien conocía lo que allí sucedía. Una de las víctimas, en su testimonio, expresó además que los que trabajan allí lo ‘ayudaban' y que el imputado refería que a él no le pasaría nada, que dijera que era su sobrina", relató el fiscal en la acusación que realizó.

En el expediente también figura que el acusado, según revelaron las víctimas, insistentemente intentaba convencerlas de viajar con él a Miami, donde él las ayudaría a insertarse en el mundo del modelaje.

Con este elemento, Chit profundizó la pesquisa y descubrió que las fuerzas especializadas estadounidenses en lucha contra la trata de personas lo habrían estado investigando. Por esa razón, al avanzar con la pesquisa, envió información a la embajada de Estados Unidos para que analizaran los datos que había conseguido. Fuentes judiciales confirmaron que las adolescentes y sus familias están siendo asistidas psicológicamente por personal especializado de la fundación María de los Ángeles.

Acusación y delito

Si bien el fiscal, en su acusación, entendió que Made debía ser imputado por el delito de trata de personas y de corrupción de menores agravada, el juez Fernando Poviña entendió que se encontraba acreditado que había promovido la prostitución de las menores, pero no había todavía elementos para procesar por el delito de trata de personas.

El magistrado señaló que ninguna de las adolescentes se encontraba en situación de prostitución previamente al contacto con el imputado, y que dicho estado era buscado y motivado por Made a través de maniobras de manipulación psicológica y aprovechándose de la minoría de edad de las víctimas.

Poviña ordenó procesar con prisión preventiva al acusado, por considerarlo responsable del delito de promoción y facilitación de la prostitución agravado. Dispuso además que continuara la investigación para tratar de corroborar la presencia de elementos que sirvan para probar que el acusado dirigía una red de trata de personas.

"Estamos a disposición de la justicia"

"Como lo hicimos desde un primer momento, estamos a disposición de la Justicia para colaborar con la investigación del caso", sostuvo Marcos Gual, gerente del Sheraton Tucumán. "Este fue un caso que nos tomó por sorpresa. Primero vinieron gendarmes a solicitar que le facilitáramos el Libro de Policía, que es un cuaderno donde quedan registrados los ingresos de los pasajeros. Después, nos pidieron los registros fílmicos de nuestras cámaras de seguridad. Y por último, efectivos de esa fuerza se presentaron con una orden de detención en contra de esta persona. Nunca pusimos ninguna traba", indicó el responsable del hotel.

"Imagínese la sorpresa que nos llevamos porque era una persona que se alojaba seguido en nuestras instalaciones. No aparentaba nada extraño y no nos consta que lo que se lo acusa haya ocurrido", indicó. "No investigamos a nuestro personal porque no nos consta que hayan estado involucrados en el caso. Trabajan con nosotros desde hace mucho tiempo y no sabemos si tenían conocimiento de esta situación", finalizó. 

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