Preso extorsionó a una policía con un video íntimo y ella tomó la peor decisión

Belén, quien trabajaba en el Comando de Patrulla Rural de Bragado, conoció a un preso de apellido Villarruel a través de las redes sociales mientras él cumplía una condena por robo. A pesar de las advertencias de su entorno, Belén creyó en él y decidió iniciar una relación virtual. Sin embargo, la relación nunca pasó al plano físico y culminó en un calvario para la joven policía.

Villarruel, aprovechando su cercanía virtual, grabó una videollamada íntima sin el consentimiento de Belén. Tras la ruptura, comenzó a extorsionarla, amenazándola con difundir el video si no le pagaba. Desesperada, Belén vendió su auto y reunió dinero, pero no logró detener la difusión del video, que rápidamente se viralizó en la ciudad de Bragado, de unos 40 mil habitantes.

La viralización del video convirtió a Belén en el blanco de burlas y ciberacoso, afectando no solo su vida personal sino también a su familia. El acoso constante y la falta de apoyo llevaron a Belén a tomar la drástica decisión de quitarse la vida. Antes de hacerlo, envió un mensaje a su jefa y dejó una carta de despedida a su familia.

Sus compañeros de trabajo, alertados por el mensaje, llegaron a su casa en un patrullero, pero no lograron evitar la tragedia. Belén fue trasladada al hospital municipal San Luis, donde falleció tras cuatro días de agonía.

La vida de Belén San Román, una joven policía de 25 años, terminó en tragedia el 30 de noviembre de 2020, cuando se quitó la vida tras ser víctima de la difusión no consentida de un video íntimo. 

A casi ya cinco años de su muerte, la justicia fijó fecha para el inicio del juicio contra el imputado Tobías Villarruel, programado para el 2 de diciembre de 2027. Este caso marcó un precedente en la lucha contra la violencia de género y la extorsión en Argentina.

Marcelo San Román, padre de Belén, es una voz constante en la búsqueda de justicia para su hija. En declaraciones a TN, expresó su esperanza de que los jueces estén a la altura y establezcan un precedente en la historia de la justicia argentina. Villarruel, quien ya había salido en libertad y vuelto a ser encarcelado por otro delito, deberá responder por los cargos de extorsión, chantaje, amenazas y violencia de género.

"Se castiga siempre a la mujer y la mujer es la víctima", afirmó San Román, destacando que la difusión de material íntimo sin consentimiento debe ser severamente condenada. Este caso, además de buscar justicia para Belén, busca sensibilizar a la sociedad sobre la gravedad del ciberacoso y la extorsión, y la importancia de proteger la privacidad y dignidad de las personas.