El calvario que vivió una mujer tras ser secuestrada por su propio compañero de trabajo
El ataque ocurrió el 17 de septiembre de 2023, cuando la víctima logró enviar su ubicación a familiares y pedir ayuda, lo que permitió su rescate.
Un hombre de 41 años fue condenado a cuatro años de prisión efectiva por agredir y retener a su compañera de trabajo en su domicilio, en lo que fue un episodio de cautiverio y violencia física ocurrido el 17 de septiembre de 2023. El condenado, identificado como Roberto A., había solicitado a la mujer que lo acompañara para firmar unos documentos relacionados con su trabajo en una cooperativa. Sin embargo, lo que parecía una solicitud rutinaria terminó siendo el inicio de una pesadilla para la víctima.
Según los testimonios y pruebas presentadas ante la Justicia, tras abordar el automóvil del agresor para ir al domicilio de este, la víctima intentó descender del vehículo al darse cuenta de que se dirigían a un lugar distinto. Fue entonces cuando el acusado trabó las puertas del automóvil y la trasladó a su casa, en el barrio La Fama. Ya en el lugar, la mujer trató de escapar, pero el agresor le impidió la salida y, en un ataque de ira, la golpeó en la cabeza con puños y la arrastró hasta una habitación, donde la retuvo contra su voluntad.
Durante su cautiverio, la mujer tuvo la valentía de enviar mensajes de texto a su familia pidiendo ayuda y compartiendo su ubicación. Gracias a esta acción, familiares cercanos pudieron rastrear su ubicación y llegaron rápidamente al lugar. Cuando la víctima vio a uno de sus parientes por la ventana, comenzó a gritar desesperada. La policía ya se encontraba en la zona, ingresó al inmueble y detuvo al acusado, quien fue arrestado sin resistirse. En la intervención, se constató que la víctima había sufrido golpes en el rostro debido a la agresión.
La jueza Mónica Mukdsi, vocal de la Sala VI del Tribunal de Juicio, resolvió condenar al hombre por el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por violencia, imponiéndole una pena de dos años de prisión efectiva. A esta pena se le sumó la revocación de la libertad condicional que le había sido otorgada anteriormente por un delito de coacción, unificando ambas condenas en una pena total de cuatro años de prisión efectiva.
Además, el tribunal ordenó que el condenado resarciera a la víctima con ochocientos mil pesos como indemnización por los daños sufridos. La resolución pone fin a un caso de extrema violencia que, afortunadamente, terminó con el rescate de la mujer y la condena al agresor.
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