Gritos y desesperación

"Se me está muriendo mi bebé": el estremecedor llamado de una mamá al 911

La conversación entre ambas mujeres fue tan tensa como lo emotivo que fue el desenlace.

"Se me está muriendo mi bebé. Está ahogado y tiene sangre", fue lo primero que dijo Camila cuando llamó desesperada al 911 buscando ayuda. Del otro lado de la línea la atendió la sargento Cristina Ramírez, coordinadora del 911 de Córdoba y paramédica.

La conversación entre ambas mujeres fue tan tensa como lo emotivo que fue el desenlace. Ramírez le consultó donde estaba rápidamente, a lo que la mamá de Bautista respondió: "Estoy en la circunvalación, acá justo camino a Carlos Paz. Por favor vengan urgente que se me está ahogando el bebé y tiene sangre".

La segunda consulta de la sargento, que a la vez intentaba calmar a la mujer, fue por la edad del bebé. Camila le respondió que tenía un añito y la paramédica le preguntó qué había pasado, con qué se estaba ahogando.

"Con nada, lo tenía a upa y empezó a mirar para atrás. Lo miré y se me estaba ahogando", fue la respuesta de la joven cordobesa que lloraba desconsolada. Cristina Ramírez buscó tranquilizar a la madre para que pudiera asistir al bebé de un año: "Escuchame mamá, ya estamos avisando al móvil y a la ambulancia. Necesito saber con qué se atragantó, ¿Con leche? ¿Con comida?", le dijo.

Pero la respuesta de Camila fue la misma: "Venía a upa en la ruta y empezó a mirar para atrás. Lo miré y le dije ´amor pará porque se está ahogando´". Acto seguido, la sargento comenzó con las indicaciones para salvarle la vida a kilómetros de distancia.

"Necesito que te tranquilices, soy paramédica y te voy a tratar de ayudar. Abrile la boca y fijate si ves algo, si se ha atragantado con algún alimento", le dijo a la madre, que le repetía las indicaciones a Nicolás, el papá de Bautista que lo tenía en brazos.

Ramírez le detalló específicamente qué era lo que debía hacer para salvarle la vida al bebé: "Ponelo en tu brazo, boca abajo. Si querés sentada, y sobale la espalda, hacele palmaditas. A la altura de los omoplatos dale unos pequeños golpecitos. Siempre la cabecita inclinándose para abajo para ver si tiene algo y puede expulsarlo".

Segundos después la respuesta fue emocionante: "Ahora sí, está respirando", le dijo Camila. La paramédica continuó explicándole que debía seguir con las estimulaciones para que el bebé siga respirando: "Quedate tranquila, necesitamos que estimules los pulmones. Siempre boca abajo, con la cabecita boca abajo".

"Ahí está llorando", le respondió Camila más tranquila. Cristina, por su parte, le pidió que dé vuelta al niño y le toque el pecho para confirmar que esté respirando. "Si no respira, o si llegar a perder signos vitales, empezá con RCP mamá. Con dos dedos en el medio del pecho empezá con compresiones", le indicó.

La madre de Bautista, entre lágrimas y desesperación, le avisó que ya estaba llegando la ambulancia y que el niño estaba llorando. Con la situación un tanto más calma, Ramírez le dijo: "Gracias a Dios te diste cuenta. Así que quedate tranquila que van a llegar bien".

El trabajo de la ambulancia y la emoción de la paramédica

La agente Jazmín César, integrante de la División Alcaldía, le practicó en el lugar los primeros auxilios al niño. El emotivo hecho ocurrió en Córdoba, en la avenida de Circunvalación con dirección a Carlos Paz.

Días después, los papás de Bautista hablaron con el medio Arriba Córdoba y dieron más detalles del tenso momento: "Estaba muerto, no me dio ninguna señal de que estaba respirando ni de que estaba ahogado. Directamente estaba muerto Bautista".

Por su parte, la sargento Ramírez, quien también es mamá, aseguró que trató de trabajar "con mucho profesionalismo". "Todos tenemos un lado vulnerable y podemos entrar en estado de shock. Me costó mucho, pero salió todo bien", expresó emocionada. /TN

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