El doloroso testimonio del papá de la influencer que encontraron sin vida: "Es..."

Marcelo Gutiérrez, el padre de Catalina Gutiérrez, la joven hallada sin vida dentro de su auto en Córdoba, expresó su profundo dolor y ofreció detalles sobre la relación de su hija con el principal sospechoso del crimen. 

En una entrevista, Marcelo describió la tragedia como una experiencia inimaginable y devastadora.

"Es una situación que nunca imaginé que me tocaría vivir, un dolor tan inmenso que no deseo a nadie. Es un sufrimiento del que no sé cómo vamos a salir adelante", comentó Marcelo conmovido a ElDoce.

Catalina, de 21 años, estudiaba arquitectura y era muy activa en Instagram, donde contaba con más de 84 mil seguidores. Su padre la recordó como "una joven maravillosa, excelente hija, alegre y una estudiante ejemplar". Agregó: "Anoche, Catalina se iba a encontrar con sus amigos para jugar al bowling y nunca regresó. Es algo increíble".

La tragedia comenzó cuando Catalina salió de su casa el miércoles por la noche y dejó de responder a los mensajes poco después. "Llegué a casa alrededor de las 22 y mi esposa me informó que no respondía. Era extraño, y ahí empezó nuestro calvario. Mi mujer, como buena madre, tenía un mal presentimiento porque la llamaba sin éxito. Hicimos la denuncia en la Policía, que actuó rápidamente. En media hora ya habían localizado el auto, pero lamentablemente, el daño ya estaba hecho", relató Marcelo.

Poco después, el cadáver de Catalina fue encontrado parcialmente quemado en el asiento trasero de un Renault Clío, que pertenecía a sus padres. Ella había solicitado el auto para trasladarse al Patio Olmos Shopping, el centro comercial más conocido de Córdoba, para encontrarse con amigas. Sin embargo, nunca llegó a la reunión. El caso tiene un sospechoso detenido, un joven de la misma edad con quien Catalina mantenía una relación.

"Jamás hubiera imaginado vivir algo así", dijo el padre, añadiendo que no podía creer que alguien que conocía tan bien pudiera haber cometido tal acto. "Ese chico venía a mi casa a menudo, a comer y cenar, invitado por mi hija. No podemos entenderlo, el dolor es indescriptible".

Marcelo concluyó con un ferviente llamado a la justicia: "Quiero que ese demente, porque no sé cómo llamarlo de otra manera, pague por lo que hizo. No merece vivir en esta sociedad. No quiero conocer los detalles; solo desearía tener a mi hija aquí conmigo, pero eso no va a suceder", lamentó con tristeza.