Llamó al 911 por la muerte de su vecina, fingió ayudar y resultó ser el asesino

Miguel Ángel del Valle Cáceres, un hombre de 66 años, fue condenado a prisión perpetua este miércoles por el asesinato de su vecina Rosa Lucero, de 93 años. En un juicio abreviado, la Cámara del Crimen de Cruz del Eje lo declaró culpable de homicidio criminis causa y robo calificado, tras un exhaustivo análisis de las pruebas presentadas durante la investigación.

El crimen ocurrió el 15 de febrero de 2023 en su hogar en La Cumbre, Córdoba. Cáceres, quien era inquilino de la víctima, ingresó al domicilio con la intención de robar una significativa suma de dinero: 57.700 dólares y aproximadamente 1.100.000 pesos. Durante el asalto, golpeó brutalmente a Rosa en la cabeza con un objeto contundente, causándole la muerte. Luego, colocó su cuerpo en el pasillo de la casa para hacer parecer que había ocurrido otro tipo de incidente.

Tras cometer el crimen, Cáceres trató de desviar la atención de los investigadores montando una escena falsa. Forzó la puerta de la cocina, colgó una soga desde una ventana hacia el patio interior de la propiedad y luego alertó al 911, indicando que no podía contactar a Rosa y que la había encontrado tendida en el suelo, aparentemente sin vida. Durante esa llamada, Cáceres intentó dar la impresión de que el deceso era consecuencia de un accidente o suicidio.

La investigación, que comenzó con la búsqueda del asesino, reveló que, en ese momento, Cáceres era uno de los principales testigos. A pesar de haber declarado públicamente que Rosa era "como una madre" para él, los investigadores comenzaron a sospechar de su implicación cuando los detalles de la escena del crimen no coincidieron con su versión. Finalmente, las pruebas y los audios incriminatorios llevaron a su detención un mes después del asesinato.

Además de la condena a Cáceres, en el mismo proceso fue sentenciado José Mercado, quien recibió una pena de un año y ocho meses de prisión condicional por el delito de encubrimiento. Mercado fue quien se encargó de cambiar parte de los dólares robados en la vivienda de Lucero.

Durante la investigación se conoció que la relación entre Cáceres y Lucero se había deteriorado debido a un inminente remate de la propiedad, lo que generó tensiones entre ambos. Se descubrió que años antes, Rosa le había donado derechos sucesorios de la propiedad a cambio de que él la cuidara, lo que le otorgaba acceso a la vivienda y a su cuenta bancaria.

La condena a Cáceres fue recibida con conformidad por la familia de Rosa, quienes expresaron su alivio ante el fallo, aunque siguen reclamando por la justicia y el reconocimiento de las víctimas de violencia de género y maltrato.