La mató de 6 tiros: dijo autopercibirse "mujer" para que le bajen la condena

Fernando Alves Ferreira, el imputado por femicidio triplemente agravado de Eduarda Santos, declaró que se autopercibe como mujer, por lo que solicitó la modificación de la carátula de la causa por el crimen ocurrido en 2022 en el sendero conocido como Circuito Chico de Bariloche, provincia de Río Negro.

Alves Ferreira, quien prefiere el nombre Amanda y los pronombres femeninos para su persona, informó en la audiencia de control de acusación en Río Negro que se autopercibe mujer desde su adolescencia.

La novedad apareció cuando el fiscal Martín Lozada destacó que la relación que unía a Alves y Santos presentaba los rasgos de una dependencia económica y emocional propios de una posición dominante del hombre sobre la mujer, y sobre ese dato fundó su pedido de pena por la causal de femicidio, que puede ser de perpetua según la ley argentina.

Entonces el abogado de Alves Ferreira, Nelson Vigueras, le dijo al juez Martín Arroyo que es preciso modificar la carátula de femicidio porque "Fernando se autopercibe Amanda".

Vigueras justificó su teoría argumentando que antes del femicidio de Eduarda Santos Alves Ferreira ya se había sometido a cirugías para modificar su sexo y había iniciado los trámites para respetar su identidad de género.

El fiscal Lozada rechazó el cambio de carátula de la causa, lo que originó un arduo debate entre las partes.

Sin poder llegar a un acuerdo, el juez Arroyo consideró que la acusación era precisa y habilitó que el caso llegue a juicio, y recién en esa instancia se podrá dirimir qué teoría prevalece en el caso que se juzgará.

El cuerpo de Eduarda Santos, de 27 años, fue encontrado el 16 de febrero de 2022 en el sendero del Lago Escondido que se extiende por el Parque Municipal Llao Llao, a unos 25 kilómetros del centro de Bariloche.

La joven brasileña había salido a caminar con Alves Ferreira, quien le habría disparado al menos seis veces.

"Yo me declaro culpable, yo la maté", dijo Alves Ferreira dos días después del femicidio ante el juez penal que entendía en la causa entonces, Sergio Pichetto, y los fiscales Gerardo Miranda y Martín Lozada.