Ofrecía prefabricadas y dejó 'zapateando' a varios salteños: quién es el chanta

El sueño de la casa propia vive latentes en miles de salteños, que siempre buscan una alternativa más económica o más acorde a sus bolsillos, sin embargo hay personas que se aprovechan de esta necesidad y terminan cometiendo el error de confiar en quién no debían y resultan estafados. 

Entre 2016 y 2018, Ramos Escalera, apuntado como estafador, fue denunciado por varias personas que afirmaron haberle entregado dinero para la construcción de viviendas prefabricadas que nunca se realizaron. Los investigadores de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC) detectaron patrones comunes en las denuncias. Todas las víctimas relataron haber conocido al estafador a través de la red social Facebook, donde se presentaba como representante de "La Cañada", una supuesta empresa dedicada a la construcción de viviendas prefabricadas.

Ramos Escalera lograba ganarse la confianza de las víctimas ofreciéndoles viviendas a precios accesibles. La promesa de una vivienda propia a un costo reducido motivaba a las personas a entregarle sumas de dinero en efectivo. Sin embargo, con el paso del tiempo y sin recibir noticias sobre las viviendas adquiridas, las personas afectadas comenzaron a presentar sus denuncias, exponiendo la estafa.

La Justicia de Salta condenó a Fabián Enrique Ramos Escalera a tres años de prisión de ejecución condicional por estafa. La fiscal Penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Ana Inés Salinas Odorisio, representó al Ministerio Público Fiscal durante la audiencia que se realizó mediante trámite abreviado. Minutos antes del inicio de la audiencia, y tras evaluar las pruebas presentadas por la Fiscalía, Ramos Escalera admitió ser el autor de seis hechos de estafa.

El caso fue llevado ante la Sala 4 del Tribunal de Juicio del Distrito Judicial Centro. Durante el proceso, la Fiscalía presentó pruebas contundentes que llevaron a Ramos Escalera a admitir su culpabilidad. La audiencia culminó con la sentencia de tres años de prisión de ejecución condicional, lo que implica que el condenado no irá a la cárcel, pero deberá cumplir ciertas condiciones establecidas por la Justicia para evitar el cumplimiento efectivo de la pena.