El oscuro plan del Gringo Palavecino para fugarse de la cárcel de Vº Las Rosas

La provincia de Salta se encuentra en el ojo de la tormenta debido a una compleja red de conspiración y narcotráfico que salió a la luz en las últimas semanas. La detención del intendente de Aguas Blancas, la intervención del municipio y el jury de enjuiciamiento al juez Claudio Parisi son solo la punta del iceberg de una trama que incluye planes para asesinar a altas figuras de la justicia y la política.

Cristian "Gringo" Palavecino, un conocido sicario y narcotraficante alojado en la cárcel de Villa Las Rosas, es el cerebro detrás de un plan macabro que incluía la fuga y el asesinato del Procurador General de la Provincia, Pedro García Castiella. Según se pudo conocer, Palavecino habría ofrecido U$S 100.000 a sicarios de Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba para llevar a cabo el asesinato, según informó NuevoDiario. 

El juez de Orán debe autorizar el traslado de Palavecino a una cárcel de mayor seguridad, ya que Villa Las Rosas no cuenta con un pabellón adecuado para internos de alto perfil. Este pedido fue elevado por el Ministerio de Seguridad y Justicia de la Provincia a los Tribunales de Juicio de las Salas I y II de Orán.

El gobernador Gustavo Sáenz y la Ministra de Seguridad de la Nación, manifestaron su firme decisión de combatir el crimen organizado en la frontera norte del país. Durante la apertura de la reunión del Consejo Federal de Seguridad, Sáenz reveló que el Procurador tenía custodia de Gendarmería Nacional, marcando la gravedad de la situación.

Palavecino, conocido por su control dentro del pabellón G de la cárcel  de Villa Las Rosas y sus conexiones externas, habría comprado voluntades tanto dentro como fuera del penal. Su plan incluía dos alternativas: provocar conflictos simultáneos dentro del penal para facilitar su fuga o volar el muro perimetral utilizando explosivos.

El plan de Palavecino no solo incluía su fuga, sino también el asesinato de García Castiella. Desde su detención, Palavecino ordenó un seguimiento exhaustivo del Procurador, investigando su rutina laboral y personal. Esta vigilancia llevó a que García Castiella fuera custodiado por Gendarmería Nacional.

Además, otros nombres surgieron en el macabro plan, como Darío Monges, ya asesinado, y Benjamín Cruz, actualmente bajo investigación. La conexión de Palavecino con estos individuos revela la profundidad y el alcance de su red criminal, según un informe de Nuevo Diario.

Ante la gravedad de la situación, el Ministerio de Seguridad y Justicia de la Provincia solicitó el traslado urgente de Palavecino a una cárcel de máxima seguridad. El penal de Ezeiza se perfila como el destino más probable, aunque se espera la resolución del juez de Orán.

Mientras tanto, el norte de Salta continúa siendo un foco de actividad criminal y corrupción, evidenciando la necesidad de medidas contundentes para erradicar estas prácticas. Pedro García Castiella, consciente de los peligros que enfrenta, sigue adelante en su lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

Este escándalo pone en tela de juicio la urgente necesidad de reforzar la seguridad y la justicia en la provincia, y de garantizar que aquellos que buscan socavar el estado de derecho sean llevados ante la justicia.