El mensaje que Nisman había mandado antes de morir: "No enloquecí ni nada..."

Este sábado 18 de enero se cumplen diez años de aquella fatídica noche en la que el fiscal Alberto Nisman fue hallado sin vida en su departamento de Puerto Madero, un hecho que sacudió a todo el país y que aún no tiene respuestas definitivas.

Nisman había acusado a la entonces presidenta Cristina Kirchner y al canciller Héctor Timerman de encubrir a los iraníes responsables del atentado a la AMIA, pero su muerte truncó la presentación de las pruebas en el Congreso, programada para el día siguiente. Desde entonces, el debate sobre si fue un suicidio o un homicidio divide opiniones y alimenta teorías en todos los niveles de la sociedad.

Aunque la Justicia determinó que se trató de un asesinato, no logró identificar a los responsables ni esclarecer cómo alguien podría haber ingresado a su departamento en la Torre Boulevard sin dejar rastros concluyentes. El único vínculo directo con el arma que acabó con su vida es Diego Lagomarsino, técnico informático que trabajaba con Nisman y que admitió haberle prestado el arma. Sin embargo, su rol en el caso sigue envuelto en controversias.

Los días más agitados de su vida

Entre el 12 y el 18 de enero de 2015, Nisman vivió jornadas intensas y llenas de tensión. Regresó anticipadamente de un viaje con su hija, impulsado por lo que consideraba una misión impostergable: presentar su denuncia. Durante esos días, firmó documentos, mantuvo reuniones clave y dejó un rastro de declaraciones que reflejaban su determinación, pero también su preocupación. "No enloquecí ni nada parecido, estoy mejor que nunca", escribió en un mensaje que envió a sus amigos más cercanos antes de morir.

El sábado 17 de enero, día previo a su muerte, el fiscal permaneció en su departamento trabajando en los documentos para su presentación en el Congreso. Recibió visitas, realizó llamadas y pidió un arma a Lagomarsino argumentando que necesitaba proteger a sus hijas. Esa misma noche, dejó de responder mensajes.

Diez años después, más preguntas que respuestas

A pesar de los esfuerzos judiciales y mediáticos, el caso Nisman sigue siendo un terreno fértil para la especulación. ¿Qué ocurrió realmente en ese departamento? ¿Quién tenía interés en su muerte? Estas preguntas siguen sin respuesta, mientras los argentinos recuerdan un hecho que marcó la historia del país.