"85 operaciones y casi pierdo los brazos": el infierno que vivió una mujer con su ex pareja
Karina Abregú vivió el horror en carne propia cuando su esposo la prendió fuego el 1º de enero de 2014. Hoy, con 85 operaciones y el miedo constante de que él salga de prisión, lucha por salir adelante mientras el sistema le da la espalda.
Karina Abregú lleva en su cuerpo las marcas de un horror que parece imposible de olvidar. El 1º de enero de 2014, su esposo, Gustavo Albornoz, la roció con alcohol y la prendió fuego en su propia casa, en Merlo, Buenos Aires. Tras tres segundos envuelta en llamas, su instinto de supervivencia la llevó a tirarse a una pileta y salvar su vida, pero las secuelas de ese ataque son tan devastadoras que aún hoy, once años después, Karina no logra liberarse del miedo y el sufrimiento.
En una desgarradora entrevista, Karina contó cómo vivió aquel fatídico momento: "Él me dijo que si me mataba, mejor, y si vivía, iba a ser un monstruo", recordó. A pesar de haber denunciado a Albornoz en 15 ocasiones y haber recibido la indiferencia de la justicia, el ataque no terminó con su vida, pero sí con su capacidad de seguir adelante con normalidad. "Pasé por 85 operaciones y me estuvieron a punto de amputar los brazos", relató, mientras remarcaba que, tras tanto sufrimiento físico y emocional, la vida sigue siendo una lucha constante.
El intento de femicidio dejó a Karina con más del 50% de su cuerpo quemado, y durante casi ocho meses estuvo internada. A pesar de la gravedad de sus heridas, la Justicia no actuó con la urgencia que el caso requería: Albornoz estuvo detenido solo 33 días y continuó amenazándola, lo que obligó a Karina a cambiar de teléfono varias veces.
Hoy, Karina se enfrenta a la vida con una pensión mínima que no alcanza ni para cubrir sus tratamientos médicos. A pesar de las secuelas físicas y emocionales, sigue luchando, pero vive con el temor constante de que su agresor pueda salir de prisión y volver a su vida. "Todo el tiempo pienso en cuando salga de la cárcel, lo sueño mucho", expresó, mientras sigue buscando ayuda para seguir adelante con su doloroso proceso de recuperación.
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