Desapareció un hombre cuando cruzaba un río y lo encontraron dos días después

El jueves por la noche, Salvador Daniel Olivares, un agente de seguridad de 50 años, vivió una odisea tras ser arrastrado por la corriente del río San Juan en Pachaco, a 60 kilómetros de la capital provincial. Mientras cruzaba el cauce en una camioneta junto a dos compañeros, una tormenta repentina provocó una crecida que arrastró el vehículo. Aunque sus colegas lograron ponerse a salvo, Olivares desapareció en el agua y fue hallado con vida dos días después.

Salvador, encargado del grupo, intentaba cruzar un brazo del río de 150 metros de ancho cuando el vehículo quedó atascado y fue golpeado por la fuerza del agua, el barro y las piedras. Los tres ocupantes subieron al techo, pero al no tener otra opción, se lanzaron al agua. Mientras que Jorge Olmos alcanzó la orilla, Eric Alfredo Morales y Olivares lucharon por mantenerse juntos. Sin embargo, una roca golpeó al encargado, separándolo de su compañero.

Tras ser arrastrado, Olivares logró aferrarse a unas ramas que le permitieron flotar. "Me agarré a un tronco y me largué a flotar", relató desde el hospital, donde permanece internado. Durante la noche, el hombre derivó por el río, golpeado por escombros y ramas, y encontró refugio temporal en bancos de arena y ripieras. "Subía y bajaba con una oscuridad terrible", recordó en diálogo con el fiscal Francisco Micheltorena.

El operativo de búsqueda comenzó en las primeras horas del viernes. Mientras tanto, Olivares continuaba intentando llegar a tierra firme. "Me volví a largar al río para alcanzar el otro costado, donde sabía que estaba la ruta", explicó. Finalmente, el sábado por la mañana, trabajadores de una obra lo encontraron a más de 10 kilómetros del lugar donde había desaparecido.

"No sabíamos si era un baqueano o un maquinista. Cuando nos acercamos, nos dijo que era el guardia de seguridad perdido", comentó Andrés Besso Bianchi, uno de los trabajadores.

El rescate involucró a la Policía de San Juan, Protección Civil, el Ministerio de Infraestructura y otras autoridades. Olivares fue buscado con drones, a pie y con excavaciones en zonas donde se creía que podría haber quedado atrapado. A pesar de las expectativas de encontrarlo sin vida, el guardia sobrevivió y logró reencontrarse con su esposa, quien trabaja en la Policía de San Juan.

Actualmente, Olivares está hospitalizado y recuperándose de politraumatismos, pero en buen estado general tras superar una experiencia extrema.