Brutal golpiza a changuito de 12 años para quitarle las golosinas en el recreo

Un hecho de extrema violencia sacudió a la comunidad educativa de General Rodríguez, Buenos Aires, donde un niño de 12 años fue víctima de una brutal golpiza durante el recreo en la Escuela Secundaria N° 13, ubicada en la calle Alberdi 109. 

El ataque habría comenzado por un conflicto banal: el menor se negó a entregar sus golosinas, lo que desató una agresión que lo dejó en grave estado, con fractura y hundimiento de cráneo.

Según fuentes judiciales y policiales, el violento episodio ocurrió cuando tres adolescentes de 13, 14 y 17 años -que no habían asistido a clases- ingresaron al establecimiento escolar tras saltar un alambrado perimetral. Al encontrar al niño en el patio durante el recreo, lo abordaron e iniciaron una golpiza conjunta.

Una vez en el suelo, uno de los atacantes le propinó una patada en la cabeza que le provocó el grave traumatismo. El alumno fue trasladado de urgencia al Hospital Vicente López y Planes, donde permanece internado en terapia intensiva pediátrica, con diagnóstico reservado.

El hecho fue intervenido por la Fiscalía N° 6 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, a cargo de Alejandra Piqué, quien calificó la causa como "homicidio en grado de tentativa".

El menor de 17 años fue detenido y será indagado por la fiscal y su secretario, Sebastián Dileo. En tanto, los agresores de 13 y 14 años fueron derivados a un instituto de menores, por su inimputabilidad en relación con la gravedad del hecho.

El accionar de los docentes permitió frenar el ataque e identificar rápidamente a los responsables, quienes fueron detenidos a las pocas horas. El caso generó conmoción en toda la comunidad y volvió a encender las alarmas sobre la violencia escolar y el ingreso indebido de personas a establecimientos educativos.

Las autoridades educativas también deberán dar explicaciones por la falla en la seguridad perimetral de la escuela, que permitió que los agresores accedieran al predio sin control. En tanto, se prevé que desde el Ministerio de Educación bonaerense se articule un protocolo de contención psicológica para alumnos, docentes y familiares.