Changuito con retraso madurativo salió a esperar a su abuelo y lo balearon: murió

Leandro Meza, de 23 años, perdió la vida tras recibir un disparo en medio de una disputa vecinal cuando salió de su casa para encontrarse con su abuelo. El trágico incidente ocurrió el 7 de julio en el barrio Independencia de José León Suárez, alrededor de las 15 horas. Pese a que los responsables han sido identificados, no hay detenidos hasta el momento, lo que ha llevado a su madre, Roxana Salas, a reclamar justicia y visibilizar la causa a través de Crónica.

Roxana relató que su hijo estaba descansando en su habitación debido a un malestar cuando fue despertado por el sonido de disparos. "Me preguntó quién estaba tirando tiros, yo le dije que no saliera, pero él se asomó al balcón", recordó. En ese momento, vio a su abuelo esperándolo en la vereda para ir juntos al cementerio.

Leandro decidió salir de la casa para reunirse con su abuelo. "Apenas se paró en la vereda, se escuchó una balacera terrible. Leandro recibió un disparo en la ingle, mientras que mi papá fue herido en el brazo derecho", contó Roxana.

Al escuchar los disparos, Roxana corrió hacia afuera y se encontró con la devastadora escena de su hijo y su padre gravemente heridos, desvanecidos en medio del asfalto. Creyendo inicialmente que Leandro había sufrido un desmayo, descubrió que estaba sufriendo una hemorragia interna masiva.

Leandro fue trasladado de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos "Eva Perón", donde fue sometido a una operación de cuatro horas para detener la hemorragia. Pese a recibir 18 transfusiones de sangre, el joven no resistió. A las 6:45 de la mañana siguiente, Leandro falleció tras una descompensación que los médicos no pudieron revertir.

Roxana señaló que tiroteos como el que terminó con la vida de su hijo eran comunes en el barrio, y en este caso, se trataba de una disputa vecinal que llevaba dos años. La investigación, caratulada como Homicidio Agravado, ha identificado a los responsables, pero aún no se han realizado arrestos.

"Queremos justicia y saber quién mató a mi hijo", subrayó Roxana, destacando que Leandro era una persona querida en el barrio, conocida por su amabilidad y sentido del humor. "Los vecinos lo querían porque siempre estaba caminando por todos lados, charlando con los choferes de colectivos. Era un buen pibe que hacía reír a todo el mundo", concluyó.