El calvario que vivió una salteña en la vereda de su casa: la ataron y le hicieron algo atroz
La denunciante contó que ocurrió el 11 de marzo de 2022, alrededor de las 6 de la mañana.
Tres sujetos fueron condenados a penas de prisión efectiva por un robo con arma que ejecutaron en marzo del año pasado. El juicio se llevó a cabo en la Sala II, presidido por el juez Eduardo Raúl Sángari.
A uno de los acusados, de 27 años, le impusieron una pena de siete años y ocho meses de prisión efectiva como autor de abuso sexual simple y coautor de robo con armas y en poblado y en banda, en concurso real.
Los otros dos imputados, de 23 y 34 años, resultaron condenados a siete años de prisión efectiva por robo con armas y en poblado y en banda.
El juez ordenó la revisación médica del primer condenado y que se le extraigan muestras de ADN para su inscripción en el Banco de Datos Genéticos.
La denunciante contó que el 11 de marzo de 2022, alrededor de las 6 de la mañana, se encontraba en la vereda de su casa despidiendo a su esposo, que se retiraba para ir a trabajar. Se quedó mirándolo hasta que lo perdió de vista. Cuando se disponía a entrar fue abordada por tres sujetos. Uno de ellos le exhibió un cuchillo y le exigió que le entregara todas las herramientas que tenían en la casa. La mujer logró reconocer a dos de los acusados porque siempre merodeaban por la zona pidiendo dinero.
Ella les indicó que las herramientas estaban en el colectivo que tenían estacionado frente a la vivienda (lo estaban reformando para convertirlo en motor home). Subieron y la damnificada les mostró dónde estaban guardadas. Los imputados cargaron parte del botín en dos valijas y, al resto, lo envolvieron en una cortina. Sustrajeron tubos, mangos de fuerzas, una caja de chapa con bocallaves y llaves combinadas, un taladro, una amoladora, tres caladoras, un destornillador inalámbrico y pinzas de diferentes tamaños.
La denunciante explicó que a ella la pusieron boca abajo en el suelo, le ataron las manos en la espalda, le colocaron un trapo en la boca y otro en la cabeza. Mientras estaba inmovilizada, le bajaron el short del pijama y la sometieron a tocamientos en sus partes íntimas. En ese momento entró al colectivo su esposo. Había regresado porque, al llegar a la parada del colectivo, había advertido que se olvidaba la billetera.
La víctima manifestó que, al observar la situación, su pareja intentó calmar a los sujetos. Dijo que él los había reconocido a los tres. Uno de los acusados le advirtió a su marido: "Vos sabés cómo es la onda. No te pongás la gorra, no llamés a la yuta porque te vamos a hacer aca".
La denunciante señaló que, finalmente, los tres hombres se fueron con las herramientas y su esposo la liberó.
Violín igual q todos los coyas salteño está lleno acá menos mal q me voy en un día xq en el sur donde vivo se los mata x violines chau coyas violines
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JEJJEJEJJJEEEE,ES DE PELÍCULA..
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