A dos años de la trágica muerte de Lucio Dupuy: las asesinas buscan salir de la cárcel

El trágico asesinato de Lucio Dupuy conmocionó a la sociedad argentina, llevando a la condena a prisión perpetua de su madre, Magdalena Espósito Valenti, y su pareja, Abigail Páez. Sin embargo, a dos años del crimen, ambas siguen juntas en prisión y buscan reducir sus penas.

La familia de Lucio está llevando a cabo acciones legales para que se investigue a maestros, enfermeros y policías que, según afirman, estaban al tanto del maltrato que sufría el niño pero no denunciaron. Esta demanda involucra a 11 funcionarios públicos, quienes fueron sumariados por el procurador de La Pampa, Mario Bongianino.

La "Ley Lucio" enfatiza la obligación de los funcionarios públicos de reportar situaciones de vulneración y abuso infantil, una normativa que surgió a raíz del caso de Lucio para evitar situaciones similares en el futuro.

Mientras tanto, las asesinas de Lucio, alojadas en un penal de San Luis, donde intentan reducir sus penas. Están recluidas en un pabellón con actividades recreativas y educativas, como talleres de panadería, huertas y estudios secundarios. Abigail comenzó un proceso de hormonización y se encuentra terminando su educación secundaria en prisión, con planos de acceder a la reducción de su pena después de graduarse.

Además, sus abogados impugnaron el agravante de abuso sexual incluido en su condena, una estrategia legal que, de prosperar, podría disminuir sus penas. La querella planea solicitar que las separaren de la cárcel una vez que sus condenas sean definitivas, pero esto queda pendiente hasta que el Juzgado de Ejecución Penal entre en juego.

El proceso legal sigue su curso mientras la familia de Lucio lucha por hacer justicia y responsabilizar a quienes pudieron haber evitado su trágica muerte.

Crónica de una muerte anunciada

La vida de Lucio nunca había sido estable. Entre la pelea por su tenencia, finalmente su madre y su 'nueva pareja', se hicieron cargo. Todo comenzó cuando había sido llevado al hospital en varias ocasiones entre diciembre de 2020 y marzo de 2021 por diferentes lesiones, incluyendo fracturas y cortes. Estos incidentes evidenciaban un historial de maltrato y abuso hacia el niño.

Mientras que el trágico desenlace ocurrió el 26 de noviembre de 2021, día en que Lucio fue ingresado al Hospital Evita con una fractura de cráneo y dos costillas rotas, marcando el día de su fallecimiento.

Los relatos en el juicio muestran un cuadro desgarrador de negligencia, abuso y violencia que sufrió Lucio durante su vida. Su muerte dejó al descubierto una serie de fallos y omisiones en la protección de los derechos del niño.