Mientras Alberto deshoja margaritas...
En la provincia, el mayor problema político parecería tenerlo el Partido de la Victoria quien al decir de uno de sus principales dirigentes, "no está marcando presencia política" en el territorio.
Según los más cercanos a Alberto Fernández, esta semana que se inicia será clave para saber si el Presidente llevará a la gestión por su propio camino, o si seguirá atado a las polleras de su vice, Cristina Fernández de Kirchner, aún cuando ésta ya no quiera ni oír hablar de quién ella misma eligió para volver al poder en 2019.
El finde extra largo de Semana Santa, filtran allegados a la Quinta Presidencial de Olivos, fue un constante ir y venir de funcionarios, dirigentes políticos, asesores, politólogos y gurúes que muestran su oficio a través de encuestas, quienes se mezclaban en los jardines y salones con asistentes cargadas de mamaderas y bolsas de pañales que entraban y salían para atender, por estas horas, al principal habitante de la casa, Francisco Fernández Yañez.
De acuerdo a lo que trascendió por estas horas, Alberto escuchó y escucha a todos pero no ha tomado una decisión todavía aunque sus opciones no son variadas: debe decidir si continúa con este tormento que significa tenerla a Cristina respirándole en la nuca todo el tiempo o si termina "albertizando" su gestión, lo que significaría gobernar con hombres y mujeres que le respondan políticamente en un ciento por ciento y no como ahora que, cuando da una orden, muchos "quinta columnas", antes de cumplirla, consultan con el Instituto Patria.
Mientras se espera saber qué hará finalmente el presidente, la vida de los ciudadanos de a pie continúa enfrentándose a una inflación que le pulveriza el salario sin que la dirigencia política en su conjunto, empezando por quienes gobiernan, se ocupen de ver como la controlan o la terminan, a pesar que el porcentaje del 6,7% de marzo que marcó el INDEC fue el mayor de los últimos 30 años.
Pero, además de la inflación, la gente tiene otras preocupaciones que se reflejan en las encuestas que diferentes empresas realizan por estos días.
Una de ellas es de la Consultora Fixer quién realizó la siguiente medición:
Los números, muestran claramente que para los hombres y mujeres de carne y hueso lo que menos le importa es lo que pasa con la política y menos con los políticos, aún cuando estos sean quienes los gobiernan.
Esta realidad anticipa que para el venidero tiempo electoral en 2023, habrá un marcado escepticismo y será muy difícil, ya en campaña, despertar la atención de un electorado que desconfía de una dirigencia política tradicional que lo ha decepcionado.
Eso, sumado a la crisis interminable, es lo que por estas horas indica un importante crecimiento en las preferencias políticas de un hasta hace poco ignoto, Javier Milei, un verdadero "outsider", que aprovecha el hartazgo en los políticos de siempre para de a poco ir concitando la atención de una sociedad lastimada e indiferente y dispuesta a oír propuestas distintas aún cuando sean de incierta aplicación.
La tercera vía ha vuelto
Mientras Milei crece por el efecto sandía, es decir "acostado", un grupo de dirigentes que ya fracasaron antes intentando crear una tercera vía están de vuelta buscando que esta vez las cosas salgan mejor.
Mirando a sus integrantes, no son pocos los ciudadanos que dudan que tengan algo nuevo para ofrecer, sobre todo porque quien lleva la voz cantante del grupo es Juan Manuel Urtubey, quien luego de doce años de gobernar Salta lo único que dejó a la provincia fueron millonarias deudas en dólares.
El resto, son dirigentes que en su momento tributaron ciegamente a Cristina o a Mauricio Macri, no siendo capaces en su momento de marcar diferencias para que se cambien rumbos en las gestiones, lo que podría haber ayudado a muchos argentinos.
Lo cierto, es que por ahora comen asado y recorren programas de radio y televisión donde saben que no serán molestados con preguntas incómodas, sobre sus pasados como gobernantes.
La situación en Salta
En la provincia, el mayor problema político parecería tenerlo el Partido de la Victoria quien al decir de uno de sus principales dirigentes, «no está marcando presencia política» en el territorio.
Luego de la derrota en la elección provincial de 2019, el PV se fue apagando y dejó de ser, inclusive para su propia militancia, una alternativa política con chances ciertas de disputarle el poder al gobernador Gustavo Sáenz y al resto de las expresiones políticas, sobre todo a Juntos por el Cambio.
Así, el kirchnerismo vernáculo, tendrá por delante una dura tarea que será la de contener primero a su propia tropa, quienes por estas horas miran con agrado otros espacios sobre todo los del oficialismo en sus diferentes variantes.
"Sería preferible ir a buscar un espacio en el oficialismo antes que morir aquí sin luchar", le dijo un dirigente K al Portal cuando se le pidió un análisis de la situación interna.
El resto de los partidos y frentes electorales, comenzarán ahora, dicen, pasada ya Semana Santa, a reacomodarse y a elaborar estrategias de campaña asumiendo ya que no habrá PASO y cada uno deberá definir candidaturas como mejor puedan.
Epílogo
Cómo vemos, la política, cruel como la definió alguna vez un reconocido filósofo, tiene sus propios tiempos y llegado el momento comienza a transitarlos, más allá que muchas personas simples y preocupados por cosas tan sencillas como comer todos los días, se debatan en la desesperación por saber que será de ellos y sus seres queridos.
Para ellos, si el Presidente por estas horas deshoja la margarita para saber que hará con su Vice, en realidad les importa muy poco.
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