Cómo hizo Torrico para fugarse de la cárcel y porqué es el peor asesino de Salta

Marcelo Alejandro Torrico marcó un antes y después en la historia policial de Salta. Conocido como el asesino más peligroso, está a punto de cumplir su condena luego de ser hallado culpable del crimen de los hermanitos Melani y Octavio Leguina. En las últimas horas su nombre volvió a los titulares luego de sufrir un accidente cerebro-vascular (ACV) y su salida del penal de Villa Las Rosas trajo el recuerdo de su insólita fuga. 

Fue en el primer día del 2006 cuando el homicida desapareció de la Unidad Penal N°1. Tenía cadena perpetua por violación y asesinato de los hermanitos salteños. Ese día aprovechó la distracción de las fiestas de Año Nuevo para escabullirse -tal vez con ayuda- por sobre los muros de "la redonda", como se conoce al presidio. 

Torrico no se fue sólo. Lo acompañó su compañero de cárcel, Diego Enríquez, quien fue recapturado algunos días después. 

El criminal pasó varios meses en libertad, ya que recién lo encontraron en septiembre de ese año, bastante lejos de Salta. El 2 de septiembre de ese año se confirmó que había sido atrapado en la estación de Retiro (Buenos Aires), mientras robaba celulares.

El crimen que cometió

Marcelo Torrico cumplía la condena de reclusión perpetua, por el crimen de los hermanitos Melani y Octavio Leguina, de 6 y 8 años. Los niños fueron violados y asesinados a golpes y sus cuerpos aparecieron en la zona sur de la capital salteña. 

Los niños fueron violados y asesinados a golpes y sus cuerpos aparecieron tras varios días de búsqueda, en la zona sur de la capital salteña, en el año 1998.