A Méndez la impunidad se la dio la clase política y la Justicia

Recién hoy comenzó a hacerse un poco de Justicia para el pueblo de Salvador Mazza, también para Salta. En los primeros minutos se pidió la intervención del municipio después de los escandalosos allanamientos en 18 propiedades del intendente Rubén Méndez. La clase política y la Justicia lo avalaron durante años. Parece que finalmente le soltaron la mano. 

Múltiples denuncias por enriquecimiento ilícito, malversación de fondos, negocios incompatibles con la función pública, falsificación de documentos y hasta denuncias penales por violencia de género cosechó Méndez durante más de cinco años. 

La clase política hizo la vista gorda, miró para otro lado, inclusive lo sostuvieron. Cada funcionario, cada ministro, legislador o intendente que pasó por Salvador Mazza tuvo su foto, sin haberse puesto colorado, con Méndez. Casi nunca dejó de estar en una boleta oficialista. A pesar de todas las denuncias, a pesar de todo. 

Las denuncias, los pedidos intervención, los pedidos de destitución del Concejo Deliberante juntaron tierra en alguna fiscalía u oficina del Poder Judicial. Sus causas se paralizaron, fueron desestimadas o simplemente cajoneadas. 

Valientes periodistas en Salvador Mazza y un puñado de medios como el nuestro vienen denunciando desde hace al menos cinco años lo que pasaba en esa ciudad.

La impunidad que le dio la clase política y la Justicia hizo que Méndez haga lo que quiera, cuando quiera. Un patrimonio de 56 millones en vehículos, al menos 18 propiedades a su nombre. Negocios que pocos conocen a su cargo. Inexplicable por donde se lo mire.