Mariana Escobar: "Estudiar, ese fue mi clic"

Su historia comienza la noche en que se armó de coraje y huyó de su marido. No antes. No cuando lo conoció; no cuando se enamoró; no cuando se casó; no cuando renunció a trabajar; no cuando recibió gritos; no cuando sobrevivió a la primera golpiza. Mariana renace el día en que se llena de valor y comienza una nueva vida lejos de esa realidad.

"Me casé enamorada a los 23 años y hoy me doy cuenta que podría haberlo evitado, ya que a los meses sucedieron episodios que me adelantaron que no iba a ser un buen matrimonio. No supe verlos, estaba enamorada, él me psicopateaba y yo trataba de entenderlo".

La violencia que sufría Mariana no era solo física, sino también económica. Durante los diez años que duró la relación, su expareja no la dejaba trabajar y dependía del escaso dinero que él, a cuentagotas, le daba como una manera de ejercer poder, de tener el control. Ella, mientras tanto, se "daba vuelta" con lo que su familia le pasaba mensualmente y estudiaba sin que él se diera cuenta.

"Cuando se enteró que había comenzado mis estudios, no me dejaba ir. Me decía que me iba a putear y para no abandonar el terciario, los llevaba a mis hijos para que él me creyera que realmente iba a clases. Me engañó. Me desgastó moral, física y psicológicamente. Todo mi entorno se daba cuenta menos yo", asegura Mariana, mientras hoy, recordando con dolor todo aquello, alienta a las mujeres que sufren lo mismo que ella. "Se puede salir", se confirma así misma, casi como un mantra. "Pensá en tus hijos y en vos misma. Estudiá, hacele caso a las personas que te quieren. Estudiar te libera, ese fue mi click".

Lamentablemente, y como le sucede a muchas otras mujeres, la violencia de Mariana no se acabó el día que se divorció. El Estado no la acompañó como debiera ser, y su expareja siguió hostigándola, amenazándola de muerte. "Me quería matar, denuncié, pero la Justicia actuó tarde. Realicé la denuncia en junio y me entregaron el botón antipánico en enero. Gracias a Dios, ahora la puedo contar y saber lo que es dormir en paz y sin miedo. Pude concluir mis estudios, recibirme de profesora en Ciencias Políticas y continuar estudiando y trabajando para mantener a mis hijos", finaliza.

En Salta, Mariana son muchas mujeres. Un informe del Observatorio de Violencia contra las Mujeres arrojó que en el 2018 se recibieron un total de 14.584 denuncias en los distintos juzgados por violencia de género, un 21% más que el 2017 y, a pesar de que las cifras aumentan, en la provincia no hay botones antipánicos, según el dato arrojado por Sofía Fernández, militante de la Fuerza de las Mujeres. "Los últimos datos que tuve es que no había botones antipánico. Ahora no tengo compañeras que los estén usando, pero las que tuvieron botones se sentían presas y a veces no funcionaba la señal". 

Dónde denunciar violencia de género

En la línea 144 se puede solicitar asistencia y denunciar todo tipo de violencia. Funciona las 24 horas, todos los días y en todo el país. Es gratuita y anónima.

Además, también podés radicar la denuncia en los siguientes lugares:

-En la Comisaría que corresponde al barrio donde vivís.

-En la Oficina de Violencia Familiar y Género ubicada en Av. Bolivia 4671, de lunes a viernes de 7.30 a 19.30 horas.

-En el Polo Integral de Mujeres, en Siria 611, de lunes a viernes de 8 a 19 horas.