Por el coronavirus, quedó con una afección neurológica y su familia necesita trasladarlo al instituto Fleni para el tratamiento. La ART hace oídos sordos y su familia está desesperada por una ayuda.
Una mujer contó el calvario que vivió en la clínica Altos de Salta cuando ingresó desesperada a la guardia: "Pedí por favor que me atiendan y ellos solo pensaban en el papeleo administrativo".
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