Patrono de las causas urgentes: quién fue San Expedito y por qué se lo celebra hoy
El patrono de las causas urgentes que tiene una historia atravesada por el martirio se celebra un día como hoy; porque es tan conocido.
Este 19 de abril, miles de fieles que necesitan resolver un asunto de forma urgente piden a San Expedito y le encienden una vela con los colores verdes y rojos.
En la Argentina, su figura tiene cada año a una mayor cantidad de devotos. Cada 19 de abril, el día que la liturgia recuerda el martirio y la muerte del santo, una multitud se dirige a venerarlo, a rogarle o a agradecerle en diferentes iglesias del país.
La historia de San Expedito está unida a la de una de las persecuciones religiosas más sangrientas de la Antigüedad, la sufrida por los cristianos entre los años 302 y 304 por parte del emperador romano Diocleciano. En el año 303 junto con otros soldados conversos, murió mártir tras ser perseguido por el emperador Diocleciano.
La procesión de este año se llevará a cabo el próximo sábado, a partir de las 19. Saldrán desde el templo del Seminario, Mitre 892.
LA ORACIÓN A SAN EXPEDITO
Soberano San Expedito,
El socorrista por excelencia de las causas justas y urgentes,
Intercede en mi nombre frente al Dios padre todopoderoso,
para que me auxilie en estos momentos de desesperación
y angustia solemne.
Soberano San Expedito,
tú que eres el guerrero santo, el fiel servidor de Dios.
Tú que eres el Santo de los afligidos,
El Santo de los casos urgentes;
dame de tu protección, auxíliame,
dame de tus virtudes y fortaléceme con
coraje, valentía, calma, serenidad y fuerza.
Atiende mi suplica
(Realiza tu petición con fe).
Soberano San Expedito,
ayúdame a superar estas complicadas circunstancias.
Cuídame de toda amenaza, de todo peligro,
de personas y espíritus que busquen dañarme,
cuida a mi familia, amigos y hermanos.
Atiende mi suplica prontamente.
Trae a mi ser y mi hogar nuevamente la paz,
que un día nos dio tranquilidad para vivir.
¡Soberano San Expedito!
Te doy gracias eternamente, siempre te alabaré
y esparciré tu nombre entre todos los que desean alguien como tú,
un santo que oiga y atienda con urgencia.
Amén
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