Topper paralizó su producción en Tucumán: hay alerta por despidos masivos

El Gobierno ha decidido eliminar el control aduanero del etiquetado de productos textiles y de calzado que ingresan al país, generando preocupación y dudas debido a que esta medida podría favorecer la competencia desleal de importadores y deteriorar aún más la producción local, que ya sufre una fuerte caída en ventas.

Un claro ejemplo de esta crisis es la fábrica Topper, ubicada en Tucumán, que paralizó su actividad esta semana por exceso de stock. Además, el Parque Industrial de La Rioja, conocido por su destacada producción textil, está operando al 30% de su capacidad.

"El consumo se desplomó y la decisión del Gobierno profundizará más la crisis de la producción local", comentó un empresario del sector calzado en Tucumán al diario Ámbito. Este empresario tuvo que despedir a 90 de sus 120 empleados desde abril debido a la drástica reducción en ventas.

Alejandro Muñoz, propietario de una fábrica y depósito de calzados en Aguilares, a 90 kilómetros al sur de la capital tucumana, también ha sido impactado por la crisis. Muñoz presta servicios especializados para la marca Topper (exAlpargatas), pero la caída de las ventas ha reducido significativamente su trabajo.

"De siete equipos activos hasta abril, cada uno compuesto por 13 operarios, solo dos continúan prestando servicios para la firma", explicó Muñoz a este medio. En febrero, la marca Ombú también terminó su vínculo con su fábrica debido a la falta de demanda, afectando la producción de calzados de seguridad.

La medida del Gobierno, que se esperaba aliviaría las trabas para las importaciones, ha sido criticada por su potencial para agudizar la crisis en la industria nacional, afectando tanto a productores como a trabajadores en un sector ya debilitado.