Su hija murió en el viaje de egresados: la última charla que tuvo un padre

Este 28 de noviembre se conmemora el quinto aniversario de un doloroso accidente vial que segó las vidas de dos jóvenes, Delfina del Bianco y Mía Soledad Morán, mientras viajaban con su clase hacia San Clemente del Tuyú para realizar su esperado viaje de egresados. El siniestro ocurrió en la madrugada del 28 de noviembre de 2019, cuando el micro en el que viajaban se despistó en la Ruta 2 y volcó, dejando una profunda herida en las familias y en la comunidad.

Delfina, una niña de 11 años, era muy querida por su familia, especialmente por su madre Silvia, con quien compartía momentos cotidianos llenos de amor. Antes de su partida, como todos los fines de semana, Delfina se encargaba de hacer el desayuno para sus padres, y su especialidad era preparar café con la moderna cafetera de cápsulas que había aprendido a usar. "Era su forma de empezar el día, haciéndonos felices", recordó su mamá. Un último gesto que la madre nunca olvidará ocurrió antes de que su hija se subiera al micro. Entre bromas, Silvia le preguntó a Delfina: "¿Y ahora quién me va a hacer el café, que vos no vas a estar?". La respuesta fue un sonrisa y una promesa de que tendría que hacerlo ella misma. Aquellas palabras se convirtieron en las últimas que compartieron juntas.

El día del viaje, Delfina, junto a sus compañeros de la Escuela N° 41 Vera Peñaloza, emprendió la aventura con ilusión y emoción. "Estaba muy feliz, era su primer viaje con sus amigas", recordó su madre. La niña se despidió con abrazos y besos, llena de alegría, y desde la ventana del micro, no dejaba de saludar a sus padres. "Nos hacía corazoncitos con los dedos, tiraba besos... En su cara se veía la emoción y las ganas de vivir esa experiencia", contó Silvia entre lágrimas. Fue ese el último recuerdo que su familia conserva de ella con vida.

A raíz del trágico suceso, el chofer del micro fue condenado a 3 años y 8 meses de prisión efectiva por su responsabilidad en el accidente. Sin embargo, a pesar de la sentencia, la detención del hombre no se produjo hasta principios de este mes, lo que reavivó el dolor de las familias afectadas por la pérdida de sus hijas.

Hoy, a cinco años de aquel trágico día, la familia de Delfina sigue enfrentando la ausencia de su hija con el corazón roto, pero también con la esperanza de que su memoria continúe viva en cada gesto de amor y sacrificio que la joven dejó en sus seres queridos.