Seis de cada diez empleados "en negro" viven en hogares pobres

Según datos compartidos por colegas de Infobae, el 36,7% de los trabajadores asalariados en el país se encuentra en la informalidad. Esta alarmante cifra, que ha mostrado poca variación en los últimos 16 años, revela un problema estructural que afecta de manera desproporcionada a jóvenes y mujeres, amplificando las desigualdades sociales y económicas.

El impacto de esta situación es devastador: el 63% de los trabajadores informales vive en hogares pobres, en comparación con el 27% de los empleados registrados. Además, casi el 60% de los informales no logra cubrir el costo de la canasta básica, mientras que esta problemática afecta solo al 8% de los formales. La brecha salarial también es marcada, ya que los empleados no registrados perciben, en promedio, un 46% menos que quienes tienen empleo formal.

Las mujeres y los jóvenes son los más perjudicados. Mientras que el 38,9% de las trabajadoras asalariadas se desempeña en la informalidad, esta cifra es del 34,2% entre los hombres. Sectores como el servicio doméstico reflejan esta problemática con crudeza, registrando una tasa de trabajo no registrado del 76,3%. Por su parte, los jóvenes entre 16 y 24 años enfrentan una realidad aún más crítica, con un 64,3% de informalidad.

El nivel educativo y la región también son factores determinantes. Más del 56% de los asalariados con secundaria incompleta trabaja en la informalidad, mientras que solo el 15% de quienes tienen estudios universitarios enfrenta esta condición. En términos regionales, la Patagonia presenta tasas de informalidad más bajas, mientras que el Noroeste y Cuyo superan el 40%.

Además, sectores como la construcción y las pequeñas empresas son especialmente vulnerables, con tasas de informalidad que alcanzan el 67% y el 75%, respectivamente.