Con la llegada de Julio: varios bancos subieron sus intereses en los plazos fijos

Desde el pasado 12 de marzo, cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) desreguló las tasas mínimas de interés para los depósitos a plazo fijo, los bancos ajustaron continuamente la Tasa Nominal Anual (TNA) ofrecida a sus clientes.

 Esta flexibilización permite a cada entidad bancaria establecer las tasas de interés a su discreción, lo que lleva a una notable variabilidad en las ganancias para los depositantes.

El interés de los pases pasivos se mantiene en un nivel del 40% TNA, mientras que los bancos, en promedio, situaron sus tasas de plazo fijo entre el 30% y el 35%. Este rango representa una disminución significativa en comparación con marzo, cuando la tasa promedio era del 110%.

En términos mensuales, las tasas nominales actuales generan ganancias de entre el 2,5% y el 2,8%, ubicándolas en terreno negativo cuando se las compara con la inflación, que en junio fue del 5,2%.

De acuerdo con la última información disponible, varios bancos aumentaron su TNA en la primera semana de julio. A continuación, se detallan algunas de las mejores tasas ofrecidas para ahorrar en pesos:

• Banco CMF: 36,5% (aumento)
• Banco Voii: 36,5% (aumento)
• Banco Comafi: 36% (aumento)
• Banco Bica: 36% (aumento)
• Banco Meridian: 35,5% (aumento)
• Uala (UILO): 35%
• Banco Macro: 34%
• Banco Hipotecario: 34%
• Banco Credicoop: 34% (aumento)
• Banco Provincia: 33%
• Banco Nación: 33%
• Bancor: 33%
• Banco Dino: 33%
• Banco Tierra del Fuego: 33%
• Crédito Regional Cía Financiera: 33%
• Banco de Corrientes: 33% (aumento)
• Bi-Bank: 32%
• Banco Julio: 32%
• Banco BBVA: 31,5% (aumento)
• Banco Santander: 31%
• Banco ICBC: 31%
• Banco HSBC: 31%
• Banco Ciudad: 31%
• Banco Del Sol: 31%
• Banco Chubut: 31%
• Banco Galicia: 30%
• Brubank: 30%
• Banco Masventas: 27%

Para los ahorradores, la fluctuación en las tasas de interés implica que deben estar atentos a las ofertas y cambios en las políticas de cada banco. La variabilidad en la TNA puede influir significativamente en las decisiones de inversión y ahorro, especialmente en un contexto económico marcado por una inflación elevada.

Los bancos están ajustando sus estrategias en respuesta a la política monetaria del BCRA y a las condiciones económicas generales, buscando atraer y retener a los depositantes con tasas competitivas.