Registro Automotor: la nueva medida que impuso el gobierno y cambiará todo

Este miércoles, el Boletín Oficial anunció nuevas modificaciones que revolucionan el funcionamiento de los registros automotores en Argentina. El Ministerio de Justicia autorizó simplificaciones en los trámites de compraventa de vehículos, permitiendo que concesionarios y agencias de automóviles certifiquen la identidad de compradores y vendedores, así como la documentación de los automóviles y motocicletas.

Estas modificaciones se enmarcan en una tendencia hacia la digitalización, que ya había comenzado con la incorporación de tecnologías para la validación de datos biométricos, facilitando operaciones remotas. El gobierno nacional había manifestado su intención de eliminar la necesidad de registros presenciales.

Con estas medidas, las operaciones de compra y venta de vehículos podrán realizarse en empresas registradas legalmente, siempre que tengan un volumen mínimo de 150 transacciones mensuales. Esto significa que tanto compradores como vendedores podrán finalizar los trámites directamente en las oficinas de las agencias, evitando la necesidad de desplazarse a un Registro del Automotor.

Antes de estos cambios, los concesionarios más grandes ya realizaban ciertos trámites internamente, aunque requerían un escribano para certificar las firmas, lo que aumentaba los costos. En contraste, las agencias más pequeñas, aún siendo habitualistas, debían enviar a sus clientes a una escribanía o a un registro, generando una carga adicional en el proceso.

Además, las agencias podrán designar a un empleado para llevar a cabo la verificación de documentación, una práctica conocida como verificación policial, que garantiza que los datos del vehículo coincidan con los documentos registrados.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, destacó que estas medidas reducirán los costos para la industria, lo que se traducirá en menores gastos para los compradores. Esta iniciativa complementa las regulaciones anteriores que limitaron los aranceles de registro y eliminaron la necesidad de pagar impuestos locales para inscripciones, reduciendo así los costos de transferencia de vehículos de un 5% a un 1% del valor de la transacción.