La nueva modalidad que eligen las inmobiliarias para los alquileres: los detalles

La derogación de la Ley de Alquileres, mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 firmado por el presidente Javier Milei, ha generado un impacto significativo en el mercado inmobiliario argentino, con un notorio aumento en la oferta de propiedades para alquilar y cambios en la modalidad de los contratos. Según un informe del Colegio Inmobiliario de la Ciudad de Buenos Aires (CABA), en octubre de 2024 la oferta de viviendas en alquiler creció un impresionante 174,95% desde la entrada en vigencia del DNU.

Con la derogación de la ley, el Gobierno nacional estableció que los nuevos contratos de alquiler se acuerden libremente entre las partes, lo que implica que ya no hay una normativa obligatoria sobre el índice de actualización, la duración o la moneda en la que se realiza el pago.

Sin embargo, se ha impuesto una modalidad que ha ganado popularidad: los contratos de alquiler por 24 meses, en pesos y con ajustes cuatrimestrales. Los propietarios e inquilinos deben acordar el índice de actualización a utilizar, que puede ser el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el INDEC o el Índice de Contrato de Locación (ICL), proporcionado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA). Esto ha generado un escenario en el que las partes tienen mayor libertad, pero también deben ser más cuidadosas al momento de negociar las condiciones.

El hecho de que los inquilinos y propietarios puedan elegir entre diferentes índices de actualización ha dado lugar a la necesidad de comparar cuál es la opción más favorable para cada parte. Según el comportamiento histórico de estos índices, los inquilinos deben analizar cuidadosamente cuál les garantiza un aumento más predecible y ajustado a su poder adquisitivo, mientras que los propietarios buscan una actualización que resguarde el valor real de la propiedad frente a la inflación.

Este cambio en las reglas del juego ha generado expectativas encontradas entre los actores del mercado inmobiliario. Mientras que los propietarios celebran la mayor flexibilidad y el aumento de la oferta de propiedades, los inquilinos deben estar atentos a los ajustes y a las condiciones de los contratos, que pueden variar considerablemente según el acuerdo alcanzado.

La derogación de la Ley de Alquileres ha transformado profundamente el panorama, y se espera que sus efectos continúen modelando el mercado durante los próximos meses.