La mala noticia que recibieron miles de personas antes de la disolución de la AFIP

El Gobierno argentino anunció este lunes la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), lo que implica la eliminación de más de 3.100 puestos de trabajo. La medida fue comunicada en una conferencia de prensa por el vocero presidencial Manuel Adorni, quien informó sobre la creación de la nueva Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA).

La ARCA estará conformada por las Direcciones Generales de Impuestos (DGI) y de Aduanas (DGA), con una "estructura simplificada" y orientada hacia la profesionalización y la eficiencia en la recaudación y control aduanero. Según el Gobierno, esta reestructuración busca eliminar cargos innecesarios y circuitos corruptos, generando un ahorro de $6.400 millones anuales.

Adorni destacó que la disolución de la AFIP marca el fin de lo que calificó como una "voracidad fiscal" que había sometido a muchos argentinos. Citando los principios liberales del presidente Javier Milei, afirmó que el Estado no debería interferir en la propiedad privada de los ciudadanos.

Florencia Misrahi, quien hasta ahora era titular de la AFIP, será la encargada de dirigir la ARCA. Andrés Gerardo Vázquez asumirá como titular de la DGI, mientras que José Andrés Velis será responsable de la DGA. La nueva estructura reducirá un 45% de los cargos superiores y un 31% de los cargos inferiores, afectando a 3.155 empleados que, según el Gobierno, ingresaron de manera irregular durante la gestión anterior.

La decisión generó rechazo entre los gremios que representan a los trabajadores de la AFIP. Julio Estévez, secretario general de la Unión del Personal Superior de AFIP (UPSAFIP), criticó la medida, afirmando que un recorte en la planta permanente sería un "suicidio político". Sin embargo, Estévez señaló que si la reducción se limita a la planta política, los gremios la apoyarán como parte de un plan de reducción del gasto.