Ante la fuerte suba de precios, el consumo de carne se cayó un 6%

En los últimos cinco años, se registró un notable descenso del 7,1% en el consumo de carne en Argentina, según datos proporcionados por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA). En 2019, cada habitante consumía 56,4 kilos, cifra que disminuyó a 53,5 kilos en enero de 2023, representando un descenso interanual superior al 6%.

De acuerdo con CICCRA, el consumo de carne vacuna en enero de 2024 habría alcanzado las 186.300 toneladas res con hueso, situándose un 6,8% por debajo de los niveles registrados en enero de 2023, cuando se comercializaron 13.600 toneladas más.

Este declive en el consumo se produce en un contexto de significativo aumento en el precio de la carne, que ha experimentado un incremento del 377% anual y cerca del 20% en enero, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).

Los datos del IPCVA, basados en un relevamiento en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), señalan que el precio de la carne vacuna en carnicerías aumentó un 15,8% en enero y un 394,3% respecto al mismo mes de 2023. En supermercados, la variación fue del 28,2% en comparación con el mes anterior y del 339,7% interanual.

Entre los cortes que experimentaron mayores aumentos se encuentran la tapa de asado (23,7%), el lomo (23,3%) y la colita de cuadril (23,2%). En cambio, cortes como la picada común (6,3%), osobuco (12,4%) y carnaza común (13,7%) presentaron menores incrementos.

La escalada de precios, que en diciembre pasado se tradujo en un aumento del 40% tras el incremento en el Mercado Agroganadero de Cañuelas, se suma a la situación inflacionaria general en Argentina, con una inflación de 20,6% en enero y un acumulado interanual del 254%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este escenario impacta directamente en la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y en el deterioro del consumo de alimentos y bienes en el país.