Polémico

Cromañón, crónica de una noche atroz: la historia después de 20 años de la tragedia

Dos décadas después, la lucha por justicia y la memoria continúan marcando a los argentinos.

La noche del 30 de diciembre de 2004 quedó grabada como una de las mayores tragedias en la historia argentina. El incendio en República Cromañón, un boliche ubicado en el barrio porteño de Once, dejó un saldo devastador: 194 muertos y más de 1.400 heridos, la mayoría jóvenes y adolescentes que habían asistido al recital de Callejeros.

Eran las 22:50 cuando la banda inició su show con el tema Distinto. En el escenario, los músicos saludaron a una multitud de más de 3.500 personas, superando ampliamente el aforo permitido. En el ambiente ya se respiraba calor, euforia y la imprudencia que acompañaba los recitales de rock en aquellos tiempos. La detonación de una bengala encendió la chispa que desencadenó el desastre. El fuego comenzó al alcanzar una media sombra inflamable instalada como decoración en el techo, que rápidamente se convirtió en una trampa mortal.

Minutos de Horror

Mientras las llamas avanzaban, la multitud se vio atrapada en un caos de humo tóxico y puertas bloqueadas. Los gritos de auxilio se entremezclaban con el sonido de cuerpos chocando en la desesperada búsqueda de una salida. La falta de señalización, matafuegos inutilizables y puertas de emergencia cerradas con candado transformaron el boliche en un infierno sin escape.

La oscuridad, acentuada por el corte de luz, sumó al desconcierto. Muchos lograron salir arrastrando cuerpos inconscientes, mientras otros quedaban atrapados en un escenario de desesperación. Los bomberos, que llegaron al lugar alertados por un aviso de incendio, encontraron un panorama desolador: jóvenes asfixiados, heridos y cadáveres amontonados cerca de las puertas que no pudieron abrirse a tiempo.

El Impacto Nacional

La noticia se propagó rápidamente, gracias a la cobertura en vivo de Crónica TV, que mostró imágenes que estremecieron al país. Padres desesperados llegaron desde todos los puntos de la ciudad y el Gran Buenos Aires buscando a sus hijos, recorriendo hospitales y morgues en una odisea de incertidumbre que en algunos casos se prolongó por días.

Los hospitales colapsaron ante la cantidad de heridos, muchos intoxicados por inhalación del humo generado por el poliuretano, un material altamente tóxico que revestía el techo del local. Las listas de sobrevivientes y fallecidos publicadas en las entradas de los hospitales se convirtieron en un símbolo del dolor que atravesó a cientos de familias.

La Trampa Mortal

Las investigaciones posteriores revelaron un entramado de corrupción y negligencia. El boliche, habilitado como "local bailable Clase C", no cumplía con las medidas de seguridad básicas. Las puertas de emergencia cerradas con candados y alambres, la sobreventa de entradas y el uso de materiales inflamables en la construcción del techo evidenciaron una cadena de irregularidades que costaron vidas.

20 Años Después: Un Dolor que Persiste

Dos décadas después, Cromañón sigue siendo una herida abierta. Cada 30 de diciembre, sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas se reúnen para recordar a los que ya no están y exigir justicia. Las zapatillas de lona, símbolo de los jóvenes que fallecieron esa noche, son el emblema de una generación que jamás olvidará lo ocurrido.

La tragedia de Cromañón dejó lecciones que transformaron la regulación de eventos masivos en Argentina, pero también dejó un vacío imposible de llenar. A 20 años de aquella noche, la memoria colectiva mantiene vivo el recuerdo de los 194 que perdieron su vida por un sistema que falló en protegerlos.

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