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Qué bajón cuando le metés de todo: cómo curarte del "empacho" de Navidad

Acidez, hinchazón abdominal, indigestión, náuseas, vómitos e incluso el llamado "síndrome vagal": conocé cómo recuperarte al día siguiente de la Nochebuena.

Las festividades navideñas traen consigo momentos de alegría y unión familiar, pero también comidas abundantes y bebidas que pueden pasar factura a nuestro organismo. Según José Antonio Casellas, jefe de la unidad del aparato digestivo de Quirónsalud Alicante, estas celebraciones pueden causar molestias como acidez, hinchazón abdominal, indigestión, náuseas, vómitos e incluso el llamado "síndrome vagal", caracterizado por mareos, palidez y sudoración.

Aquí te ofrecemos una guía para prevenir y tratar estos problemas después de una copiosa cena navideña:

Prevención: disfrutar con moderación

La clave está en disfrutar sin caer en excesos:

  • Modera las porciones: No es necesario repetir hasta que se acabe todo. Optar por raciones moderadas y saborear cada bocado ayuda a evitar empachos.
  • Empieza con opciones ligeras: Elegir ensaladas o verduras como primer plato puede saciar el hambre y reducir la ingesta posterior.
  • Controla el consumo de alcohol: Las bebidas alcohólicas no ayudan a la digestión y pueden empeorarla. En su lugar, opta por infusiones como manzanilla, té verde o anís.
  • Evita el picoteo excesivo: Concentrarse en los momentos principales de la comida ayuda a mantener un mejor control de lo que consumimos.

Recuperación tras los excesos

Si pese a las precauciones has comido de más, estos pasos pueden aliviar las molestias:

  1. Descanso digestivo: Evita comer durante unas horas para permitir que el estómago descanse. Durante este tiempo, prioriza líquidos como agua o agua con limón para mantenerte hidratado.
  2. Reintroducción gradual de alimentos: Una vez que el malestar ceda, comienza con alimentos suaves como yogures, purés, frutas, pollo o pavo a la plancha y tortillas.
  3. Evita remedios caseros riesgosos: Provocar el vómito está contraindicado, ya que puede dañar el esófago o la tráquea.
  4. Consulta médica si los síntomas persisten: Si los vómitos o diarreas no cesan, especialmente en niños o ancianos, acude al médico para evitar complicaciones como la deshidratación.

La importancia de la moderación

Casellas subraya que un día de indulgencia no debe convertirse en una rutina durante todas las fiestas. Nuestro cuerpo agradece mantener un equilibrio y hábitos saludables incluso en estas fechas especiales.

Con estas recomendaciones, podrás disfrutar de la Navidad sin preocuparte por las molestias digestivas y empezar el nuevo año con salud y bienestar.

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