Apareció otra amenaza contra el gobernador de Santa Fe: la carta del horror

La violencia e intimidación continúa en la ciudad de Rosario. En las primeras horas de hoy, las autoridades descubrieron una nueva amenaza de muerte dirigida al gobernador Maximiliano Pullaro, quien mantiene una tensa relación con los detenidos de alto perfil vinculados al narcotráfico en las cárceles provinciales, sometidos a estrictos controles.

El mensaje, detallado en este informe, advierte: "No pararemos hasta que Pullaro lo haga. Zona norte, sur y oeste. El que avisa, no traiciona". Acompañando la nota, se observa un gráfico que parece representar un parlante tachado. Investigadores sugieren que esto podría ser un símbolo de cómo los seguidores de Newell's tratan a los simpatizantes de Rosario Central, a quienes llaman "parlantes" o "sin aliento".

La nota fue encontrada frente a la residencia de una mujer en la calle Cayetano Silva al 1200, en la zona norte, cerca del policlínico PAMI 2. Afortunadamente, la vivienda no fue objeto de disparos. La mujer, aparentemente sin vínculos con actividades delictivas, informó de inmediato el mensaje a las autoridades.

Este no fue el único acto intimidatorio ocurrido anoche. Fuentes del caso confirmaron que dos individuos en moto amenazaron a trabajadores de la recolección de residuos, quienes tuvieron que modificar su ruta en plena tarea. El incidente tuvo lugar en Brasil y Montevideo, en la zona noroeste de la ciudad, cuando empleados de la empresa LimpAr realizaban sus labores en Forest y Brasil. Según la denuncia ante la Policía de Santa Fe, dos sospechosos en una moto negra se aproximaron al camión y el pasajero insinuó portar un arma de fuego. La recolección de basura en Rosario se había detenido previamente debido a medidas de fuerza motivadas por la violencia local.

Esta nueva amenaza surge después de la llegada de efectivos de Gendarmería a Rosario, liderados por Patricia Bullrich, y tras los cuatro homicidios ocurridos la semana pasada, incluyendo el del conductor de colectivo Marcos Caiola y el empleado de estación de servicio Bruno Bussanich, quien fue tiroteado en su lugar de trabajo. En una nota dejada por el sicario se expresaba: "Esta guerra no es por territorio, es contra Pullaro y Cococcioni... Queremos nuestros derechos, esto para todos los presos". La misiva también advertía sobre futuros actos violentos: "Basta de seguir humillando con la familia".