"Asesino de ciudades": el nombre de un asteroide que chocaría con la Tierra en 2032

La NASA encendió las alarmas de la comunidad científica al detectar un asteroide con potencial de impacto en la Tierra para el año 2032. Se trata del 2024 YR4, un objeto espacial que mide entre 40 y 90 metros de ancho y que fue apodado "el asesino de ciudades" debido a su capacidad de causar una destrucción significativa si llegara a colisionar en una zona densamente poblada.

El asteroide fue identificado por primera vez el 27 de diciembre de 2024 gracias al telescopio ATLAS, ubicado en Río Hurtado, Chile. Desde entonces, su trayectoria ha sido analizada minuciosamente por la NASA y otras agencias espaciales, lo que llevó a su inclusión en la lista de riesgo del sistema Sentry, un programa que monitorea objetos cercanos a la Tierra con posibilidad de impacto.

Según los cálculos realizados hasta el momento, el 2024 YR4 tiene una probabilidad del 1.2% de impactar en nuestro planeta. Aunque el porcentaje parece bajo, dentro de los estándares astronómicos representa una cifra inusualmente alta, lo que llevó a los científicos a clasificarlo en el nivel 3 de la Escala de Torino, un índice que mide la amenaza de colisión de cuerpos espaciales.

La posible llegada de este asteroide ha llevado a diversas agencias espaciales a activar protocolos de emergencia y reforzar la vigilancia astronómica. La NASA ha recordado la importancia de monitorear estos objetos cercanos y destacó que lleva años trabajando en programas para desarrollar estrategias de defensa planetaria.

Uno de los avances más importantes en este campo fue la misión DART (Double Asteroid Redirection Test), que recientemente demostró la viabilidad de desviar un asteroide mediante un impacto cinético. Este experimento exitoso representa un paso fundamental en la creación de tecnologías que podrían mitigar el riesgo de futuras colisiones con la Tierra.

A pesar de la preocupación que genera este hallazgo, los científicos aseguran que hay un 98.8% de probabilidades de que el asteroide no impacte contra la Tierra. Sin embargo, su tamaño y trayectoria siguen siendo motivo de análisis, ya que cualquier variación en su curso podría modificar las predicciones actuales.