¿Fronteras al desnudo?: aseguran que drones y radares están inoperables

En un preocupante giro de los acontecimientos, el sofisticado Sistema de Vigilancia Integrada en la frontera norte de Argentina, que incorporaba tecnología israelí avanzada, quedó prácticamente desmantelado en los últimos tres años. 

Este sistema, que operaba entre las provincias de Salta y Jujuy, fue implementado entre 2017 y 2019 con la finalidad de fortalecer la seguridad en las fronteras, utilizando cámaras de alta definición, sensores terrestres, radares tácticos y drones de largo alcance.

La falta de mantenimiento y reposición de componentes necesarios, dejó inoperables muchos de estos dispositivos. Fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación confirmaron a ElTribuno que la recuperación de este sistema es ahora una prioridad en el plan de seguridad, definido por la ministra Patricia Bullrich en conjunto con el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz.

Como parte de las medidas para reforzar la seguridad en la frontera norte, se está trabajando en la creación de un nuevo destacamento de Gendarmería en la jurisdicción de Joaquín V. González. Este destacamento, que funcionará a través de un comodato, añadirá aproximadamente 350 efectivos para vigilar los flancos del Chaco salteño, una zona que fue punto de numerosas incautaciones de cocaína y otras alertas de narcotráfico en los últimos años.

El este de Salta, junto con los caminos que conectan la Puna con los Valles Calchaquíes, fueron escenarios de numerosas incautaciones que subrayan la necesidad de fortalecer los controles en estas áreas. La presencia del Escuadrón 22 de San Antonio de los Cobres también se verá ampliada con más efectivos y recursos, según confirmaron las fuentes del Ministerio de Seguridad.

El valor del Sistema de Vigilancia Integrada se demostró en octubre de 2017, antes de la inauguración del primer centro de control en La Quiaca, Jujuy. Durante una prueba nocturna, las cámaras equipadas con sensores térmicos y tecnología infrarroja detectaron un vehículo sospechoso que fue interceptado por Gendarmería, logrando prevenir el ingreso clandestino de seis ciudadanos chinos. Este y otros incidentes similares destacaron la efectividad del sistema en la lucha contra el narcotráfico, la trata de personas y otras actividades delictivas transnacionales.

Desde marzo de 2015, ante las críticas por la permeabilidad de las fronteras del NOA y NEA, se reconoció la necesidad de incrementar la vigilancia con drones. En 2017, se comenzaron a combinar sensores móviles y fijos, cámaras de visión diurna y nocturna, y radares con drones de largo alcance y alta autonomía, creando un sistema integrado que permitía una vigilancia constante y en tiempo real.

La reconstrucción del Sistema de Vigilancia Integrada es ahora una tarea urgente y esencial para la seguridad de la frontera norte de Argentina. Las autoridades nacionales y provinciales están trabajando en conjunto para reactivar y mejorar esta infraestructura crucial, en un esfuerzo por combatir de manera más efectiva el narcotráfico y otras amenazas transnacionales.